La Casa De La Pradera
Una hermosa casa solía continuamente mirar
desde mi ventanal, colindaba con una avenida principal
a las afuera de una gran ciudad.
Siempre observaba como los niñitos jugaban en la pradera,
disfrutando del verde prado, divirtiendose y galopando con
hermosos caballeros que tenían en su hacienda.
La Señora Clotilde se destacaba en el departamento de leyes,
era una persona poco comunicativa, porque muy pocas veces
se acercaba a los vecinos del vecindario y platicaba con ellos.
Aunque su hacienda estaba localizada alejada de las otras viviendas
siempre me preguntaba como era la vida de esa bonita familia
que eran nuestros vecinos pero jamás nos habíamos sentados hablar.
Un día a la ciudad llegó un agradable chico, nos vimos en la plaza
del centro de la ciudad,
frente había una inmensa fuente agua de multiples
colores,
con gigantezcas figuras de leones,
recuerdo que este chico se me quedo mirando fijamente
luego me extendio una invitación a una celebración de una cena.
Algo penosa la acepte, y le infome inmediatamente que llevaba
chaperona,
él me informo que no había ningún problema.
Anunciado él día, el chico me fue a recojer a mi casa con mi mejor amiga
Rosa,
muy agradable emprendimos viaje, la cena era la casa de su tía la Señora
Clotilde,
mujer encantadora, sus ojos azules como el fondo del mar, tes blanca,
pausa en su hablar pero muy correcta en su vocabulario.
En realidad no sabía exactamente, cual era el motivo de la
celebración.
Solo observaba la entrada de muchos personas vestidas con uniformes
de militares del ejercito, coroneles, admirantes y amigos,
llenaron la parte hacienda posterior de la hacienda,
mientras soldados rodeaban los terrenos adyacentes de la residencia.
Me le acerque a su sobrino que estaba al lado de su tía,
fue cuando logre enterarme la realidad de esa familia que por años
vivían tan cerca de mi familia y jamás cruzamos ni una sola
conversación.
La Sra. Clotilde y su esposo pertenecian al ejército,
por motivos de seguridad personal no mencionaron cargos ni rangos,
ni mucho menos la sección donde estaban.
Escuche que hablaba con algunos de los invitados,
entonces entendí que había estado frente y dentro de línea de
combate,
su esposo viajaba por el aire y ella por tierra firme.
Luego su sobrino nos trajo una bebida y se quedo hablando con
nosotras
le dije que su tía era una mujer hermosa, y sus hijos preciosos.
Mi amiga extrovertida le preguntó si alguno de los chicos estaba de
cumpleaños,
lo cual es respondio: No! Hoy mi tío cumple 13 años de perecer en su
avión
en una guerra fuera del mediterraneo, la celebración era en honor de
él.
Me quede fría cuando me lo informo, se veía una familia feliz y
desconocía
toda la información que su sobrino nos estaba dando.
También nos dijo que su tía no pudo darle cristiana sepultura a su
extrañable esposo,
que amaba con todo su corazón porque ella estaba en combate por
tierra,
frente a línea de fuego, y no logro salir de esa zona montañosa.
Al cabo de casi 3 meses, llegó a tierra firme con su corazón
destrozado
porque su adorable esposo, el único hombre que la había tocado,
que lograron formar una linda familia, que la llevo al altar,
el padre de sus dos adorables hijos, ya no estaba presente para
recibirla
ni jamás iba a estar presente, parte de su cuerpo inerte enterrado
yacía en una tumba en la parte posterior de la hacienda.
Para él difunto eran los honores que fue condecorado con
una distinción de "corazón purpura" luego de fallecer.
También nos dijo su sobrino esa noche, que todo el material
literario,
novelas, revistas, etc. están protegidos por leyes internacionales y
nacionales
bajo nombres pseudonimos,
y que su tía aporto todo los derechos a unas organizaciones
que ella apoya sus causas.
Continuaba diciendonos su sobrino que su tía
jamás volvío a casarse porque fue una perdida que no logro superar,
por mucho tiempo quedo aislada de la realidad,
su compañero de vida jamás la iba a abrazar, ni amar,
ni compartir como esposo y padre, jamás lo vería,
hasta que se levantará la gran Jeusalem en el juicio final.
Al terminar la cena, Albaro, el sobrino de la Sra. Clotilde
de nuevo nos llevó a la casa.
Esa noche me quede preocupada y me decía internamente
porque si practicamente vivíamos frente a frente
nunca nos enteramos del dolor de esa bonita familia,
vecinos que viven ahí, antes de yo nacer.
Entendí que nosotros los seres humanos
somos muy complejos, nos preocupamos
más de las cosas materiales
que quién es realmente nuestro vecino.
Ese día entendí que esa hermosas casa de la pradera
que colindaba con la casa de mis padres,
también tenía una inimaginable historia.
Autora: ©Odalis Feliciano